martes, 20 de octubre de 2009

De la noche azul

Mi habitación es el espejo
de una tarde azulada
por el suicidio transparente
de la memoria.

Dentro navego entre sombras
verde, temblante, hojas...
Afuera cuelgan mis
recuerdos entre las ramas.

Me llenas de ausencia y tu
voz alienta una marea sólo de luces;
me cobijan olvido e incandescencia
en esta pieza vacía de mí.

Caminas por la calle con tu espejo
y no te toco, mientras la noche
se vuelve más honda, pesada...
azul.

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